La fotografía gastronómica profesional aporta un valor a los platos, que se puede resumir en frases espontáneas. ¡Al verlo se me hace la boca agua!… ¿Lo probamos?… ¡Uumm!… ¡Qué pinta, me encanta!… Expresiones así son el propósito de un fotógrafo profesional en Alicante, Valencia, Murcia… Cuandos se hace fotografías de alimentos se saciar la vista para saciar el paladar. Se trata de despertar el interés por degustar lo que ves.
«Alicante, capital gastronómica del Mediterráneo 2019»
El sector de la gastronomía está viviendo un momento extraordinario y durante 2019 especialmente. La Real Academia de la Gastronomía ha decidido que sea la provincia de Alicante «capital gastronómica del Mediterráneo 2019». Tal como se comunicó en el acto celebrado a finales de diciembre de 2018 en Casa Mediterráneo.
Un buen momento para activar acciones en el sector gastronómico que pongan de relieve a los talentos, hasta ahora anónimos. La fotografía gastronómica de calidad, es un vehículo capaz de potenciar el valor culinario, ligado a nuestro negocio.
Se trata de lograr una posición de notoriedad, donde la fotografía culinaria se trabaja con una visión de marketing. Aquí es cuando se fusiona la estrategia de negocio, el ADN que nos diferencia del resto.
¿Una fotografía atractiva vende más?
La fotografía de alimentos que hago, trato la iluminación para despertar volúmenes, texturas, sombras, tonos y colores. Busco siempre el aspecto realista, y a la vez idealizado, hasta el punto de hacerlo apetecible. Trato de sacar el potencial a través de un criterio que aplico en la iluminación. ¿A quién le gusta ver platos que con una mala fotografía se convierten en platos plasticosos y nada apetecibles?. Lo que gusta vende más y mejor, sin duda.
Una sugestiva y atractiva fotografía despierta el interés de los demás. La fotografía es una herramientas de marketing gastronómico que deben provocar atracción desde el primer instante.
Cuando vemos imágenes y simpatizamos con ellas, se produce un interés que se mantiene en el recuerdo. Todo ello provocado por una narrativa visual seductora y que provoca deseo.
De la fotografía al paladar
Una buena fotografía culinaria es una herramienta de marketing en la carta de presentación que ofrecemos y actúa como influenciador.
Hay restaurantes que la fotografía gastronómica la utilizan como herramienta de marketing visual en sus aciones de comunicación. Entienden y se toman en serio el impacto que tiene esto en su cuenta de resultados.
Vivimos rodeados de un universo de imágenes que despiertan automáticamente el interés o todo lo contrario, pueden generar rechazo. Escuche a un Chef, estrella Michelin, decir: Se come por la vista, después por el olfato y finalmente por la boca.
Ya sea un restaurante “fast food” o un de restaurante “chic”, la imagen que percibimos a través de la fotografía de su oferta gastronómica, mejora nuestra percepción y los valores que atribuimos al establecimiento.
Nuestra mente asocia a cada imagen valores, sensaciones y emociones ligadas a la aceptación o a todo lo contrario rechazo; “lo quiero” o “no lo quiero”. Por lo tanto, cuando se trabaja la fotografía de alimentos bajo una visión de marketing fotográfico y se liga con la estrategia de negocio del restaurante, el resultado es muy positivo para el posicionamiento.
Se trata de ir encadenando un conjunto de percepciones positivas que hacen diferente nuestro establecimiento, para conseguir destacar sobre el resto del entorno competitivo. Ganar notoriedad para que todo ello, se convierta en aceleradores del interés y deseo.
Cómo fotógrafo especializado en gastronomía, sumado a mi experiencia en marketing y comunicación, he podido comprobar que existen claves en la iluminación y composición de la imagen que generan estímulos, sensaciones y deseos que incitan a la acción y estas claves son las que pongo en práctica en mi trabajo.
La foto de comida o engancha o “ni fú ni fá”
La fotografía de carne, fotos de pescado fresco, verduras, platos cocinados o alimentos en general, deben ser un altavoz de la carta, un atractivo escaparate en la web o redes sociales, ya sea facebook, instagram o las que utilicemos para comunicarnos con el público. Una imagen adecuada permite asociarnos a los valores deseados: alta calidad, frescura, texturas sabrosas, tradición, modernidad, etc. Una rica suma de atributos positivos percibidos a través de la fotografía que actúan como gancho impulsando al público a llamar y reservar una mesa.
Hoy por hoy los medios digitales y las redes sociales son herramientas ideales y económicas para desarrollar un plan de difusión y comunicación de nuestra oferta. Facebook, Instagram, twitter, etc., son medios de nuestra sociedad digital que, gestionados adecuadamente, actúan como una caja de resonancia capaz de multiplicar la visualización, el impacto y la notoriedad de nuestra sugerencia gastronómica. El resultado está comprobado que bien orquestado es positivo, origina un calado mediático capaz de cautivar la atención de futuros clientes.
Prestar una especial atención a la fotografía se ha convertido en una parte importante del negocio, y esto lo saben muy bien importantes firmas de restaurantes, sólo tenemos que echar un vistazo a la calidad de las fotografías que muestran. Es cierto que requiere su tiempo y esfuerzo, pero merece la pena por el impacto que tiene en la cuenta de resultados.
¿Cómo hago una sesión de fotografía gastronómica?
El propósito de la fotografía gastronómica para restaurantes, hoteles o negocios, es exhibir la mejor y más apetecible imagen. ¿Cuál es el objetivo? Claramente, que nos elijan a nosotros y no a la competencia.
Es importante una reunión previa con el responsable del proyecto, el propietario del negocio, editor, etc. Definir los objetivos que se pretenden lograr, que sensación debe transmitir, que debe proyectar, etc. Esta reunión es clave para conocer los objetivos.
¿Que debe destacar por encima de todo?. Qué ingrediente es el esencial, cuál es la jerarquía y el orden entre los diferentes objetivos? ¿A qué debe responder el resultado de la sesión fotográfica?.
En fotografía gastronómica, sin objetivos no se alcanzan las metas
Esta reunión previa es muy sencilla y a su vez muy aclaratoria, en ella se despejan las posibles dudas y se determinan los objetivos que se quiere conseguir y aquellos que no.
Este tipo de reuniones suele desarrollarse en una atmósfera distendida, divertida y amena, al fin y al cabo, estamos hablando de lo que nos apasiona, nos motiva y de la esencia pura de nuestro negocio. De manera espontánea afloran los propósitos, se crea un clima de confianza y una atmósfera de trabajo en común.
Se trata de no dejar ningún cabo suelto o aspecto sin definir. Hablamos del tipo de composición más adecuado, de retos que se persiguen, de sensaciones, de cómo trabajar cada composición para que inspire una u otra cosa. Hablamos del estilismo de las escenas, de vajilla, cubiertos y otros elementos de complementos. Qué platos vamos a preparar y también hablamos de la historia que vamos a contar visualmente con la fotografía.
Especialmente en la fotografía publicitaria de alimentos es fundamental prestarle una gran atención al color, a los contrastes entre el motivo y el fondo, conocer previamente aquello que debe primar en cada motivo. Se trata de planificar las gamas cromáticas sobre la que vamos a trabajar, si vamos a inclinarlos por armonías o contrastes cromáticos.
Las fotografías gastronómicas me gustan que sean limpias, apetecibles, creativas, seductoras, auténticas, sabrosas, naturales y con una dosis de personalidad única. Deben ser capaces de que quien la vea pueda imaginar la experiencia de saborearla.
El secreto está en cuidar todos y cada uno de los detalles del producto y su atrezo. El hecho que existan elementos que distraen la atención del motivo protagonista no es conveniente, debido a que vampirizan la atención del sujeto principal. Una sombra inapropiada puede ensuciar la estética de la imagen o por el contrario una ausencia de sombra o luminosidad puede hacer que nuestra imagen quede plana, sin relieve, sin viveza, sin atractivo y todo ello resta impacto visual a la fotografía de alimentos y la fotografía de producto.
La serie de motivos es muy extensa, desde fotografía de productos frescos contextualizado en nuestra cocina, pasando por el proceso de elaboración en una de sus fases, el producto idílico trabajando en cocina, como se emplata o como se presenta finalmente. Incluso crear una fotografía creativa de exhibición del plato. Sea como sea, el objetivo imprescindible que se debe tomar relieve, es la identidad del sello propio, la firma de la cocina de autor y todos sus valores.
En Hotcreatividad hago fotografía publicitaria de alimentos en Alicante o el resto de España, puedo ayudarte a realizar la fotografía de producto que necesitas para mejorar tu negocio y lograr destacar entre los demás. Todo ello, bajo una amplia visión del marketing aplicado a fotografía. ¿Tienes un proyecto fotográfico en marcha?… ¿Hablamos?…
Puedes llamarme o enviarme un email a pablo.ruiz@hotcreatividad.com Estaré encantado de aportar todo mi conocimiento para conseguir los objetivos y el resultado fotográfico que se persigue.